La música, ese lenguaje universal
que te conecta en tiempo y espacio con personas, con olores y sabores, que te
lleva, a la velocidad de la luz, a un recuerdo... a un sentimiento, es como mirar
al final de un túnel y ver pasar tu vida al azar.
Que hermosa la poesía escrita de
corazón, las letras hecha con el intelecto y el sinsabor de alguna mala
experiencia en el amor. Que bellas las notas danzando alrededor de las letras
que forman palabras, que arman historias y suenan al unísono tan perfectamente
unidas, entrelazadas entre sí.
Ha incursionado con la guitarra y
el bajo, pero la batería le ha dado más que satisfacciones en su intento de ser
músico, acostumbra a bailar con la más difícil, le sienta a la perfección con su
personalidad.
Melodías
y armonías, instrumentos, cantantes, músicos, conciertos y noches de zapadas
siempre estuvieron en concordancia con la existencia de Bella, tal vez un
cancionero no alcanzaría para contar su historia, pero seguro podría armar algún que otro cuento con un par de ellos. Mientras tanto ella se pierde a si misma de vez en cuando entre discos, cds, cassettes y melodías.