Bella piensa más
de lo que escribe…
Afuera solo
hay silencio, el cielo se ve más claro después de la llovizna, el aire más puro, la brisa más cálida y el
mundo sigue girando. El hombre, un ser social, se siente solo, ajeno, temeroso,
aburrido y un sinfín de cosas que no tiene sentido enumerar.
Y yo aquí acostumbrada
a mi soledad, a mí misma, me siento cómoda, relajada, disfrutando del aire, del
mutismo, llena de reflexiones y pensamientos, como es habitual.
Vuelvo a la Filosofía,
mi primer amor, y reflexiono el concepto de ser humano, que ha evolucionado a
lo largo dela historia, en la antigüedad,
una visión basada en la idea de armonía,
de equilibro. En la edad media, una visión basada en la fe, que concibe al ser
humano como criatura creada
por Dios libre y con dignidad. En la edad moderna, una visión dualista, escindida entre lo mental o
alma y lo material o cuerpo mortal. En la edad contemporánea, una visión del
ser humano como problema.
Tal vez todos
debamos aprender algo con esta realidad que nos interpela hoy, tal vez sea la
oportunidad de cambiar algunos hábitos, lo único que ahora me suena certero es
que habrá un mañana… muy disímil al que nos vamos a adaptar, y es que el hombre
es además un ser de costumbre. Pero también porque siempre estamos deseando
algo mejor, un final feliz, una cura, un amor, un espacio mejor, anhelar está
en nuestra esencia.
*Título:
frase de Spinoza.